¿Qué es creativo?
Pocos conceptos psicológicos han sido, al mismo tiempo, tan valorados y tan malentendidos como la creatividad; lo habitual es que haya sido identificada como una capacidad misteriosa, propia de algunas personas específicas, que nacen con un don natural, identificando la creatividad solamente con la creación artística.
Si hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido (Henry Ford)
En las últimas décadas, esta visión excesivamente simplificada de la creatividad ha ido cambiando, enriqueciéndose y actualizándose. Ya no se restringe la creatividad al producto realizado por una persona especial, sino que se entiende como una capacidad que todos tenemos y podemos desarrollar. Definiciones del término hay muchas, pero no nos perdamos en ellas; bastará con citar dos de las muchas existentes:
Capacidad o aptitud para generar alternativas a partir de una información dada, poniendo el énfasis en la variedad, cantidad y relevancia de los resultados. Guilfrod (1971).
La creatividad es cualquier acto, idea o producto que cambia un campo ya existente, o que transforma un campo ya existente en uno nuevo. Csikszenmihalyi (1996).
Un aspecto común en las distintas definiciones de creatividad es que producen un cambio en el ámbito del producto creativo; esto es, no es suficiente con que lo creado sea imaginativo, en el sentido de ser simplemente novedoso, sino que tiene que aportar valor y esto, obviamente, se construye mediante consenso social. Lo que es creativo y lo que no es un constructo muy abierto, y depende del entorno en el que se produce.
Pongamos un ejemplo sobre esto: el motor de Alcubierre. Miguel Alcubierre es un físico mexicano que, en 1994, publicó una idea especulativa sobre la posibilidad de viajar a velocidades mayores que la velocidad de la luz, algo imposible a tenor de la física actual. Si Alcubierre no hubiera expuesto argumentos consistentes al respecto, no sería más que una idea quizás novedosa, pero carente de sentido; sin embargo, su brillante argumentación le permitió publicar su artículo en el circuito científico y, a día de hoy, supone toda una línea de investigación en el desarrollo de motores para naves espaciales, denominados motores de curvatura o motores WARP (en homenaje a la mítica serie de Ciencia Ficción Star Trek). Es decir, una idea novedosa no tiene necesariamente que ser creativa, ya que la creatividad está estrechamente relacionada con el valor añadido que aporta el producto.

De manera muy resumida, podemos decir que una propuesta es creativa cuando responde de manera adaptativa a necesidades detectadas en el entorno. La creatividad transforma el medio. Volviendo al ejemplo de Alcubierre, existe una necesidad, que es la de viajar a velocidades superiores a la velocidad de la luz, de cara a visitar otros sistemas planetarios, no cubierta hasta ahora. La respuesta es adaptativa porque parte de una formulación matemática consistente que fundamenta la idea y que, por tanto, abre nuevas posibilidades.
Imaginemos que a una persona se le ocurre que, para frenar los efectos del cambio climático, todas las personas nos vistamos de lino, y así nos sintamos más frescos. La idea es novedosa, pero dado que no añade un valor evidente, no sería considerada creativa, sino una ocurrencia. Dicho de otra manera, la creatividad es un proceso intencional y direccional; es decir, va dirigida a un fin concreto.
En cuanto a las características de novedad y valor de un determinado producto, podemos resumirlo en la siguiente tabla:
Productos | Baja Novedad | Alta Novedad |
---|---|---|
Bajo Valor | Adaptación innecesaria (hábitos/costumbres) | Innovación no necesaria (moda) |
Alto Valor | Adaptación necesaria (funcionalidad) | Innovación necesaria (creatividad) |
Como vemos en la tabla anterior, un producto de bajo valor y baja novedad pertenece al ámbito de las rutinas y hábitos adquiridos; una alta novedad con un bajo valor es una moda. Las mejoras que suponen alto valor pero baja novedad son adaptaciones necesarias, mejoras en la funcionalidad de las cosas, mientras que la alta novedad y el alto valor corresponden a las soluciones creativas.
Por otro lado, cabe resaltar que los productos creativos son muy diversos; no se refieren solamente a obras artísticas o creaciones científicas o tecnológicas, sino que se realizan productos creativos en cualquier ámbito humano: desde una forma más eficiente de organizar los productos en el hogar, optimizar los recursos en el trabajo o mejorar el disfrute del tiempo de ocio.
Hasta ahora, hemos abordado solamente una de los cuatro enfoques desde los que se estudia la creatividad, el producto creativo. Sin embargo, hay otros tres:
- Persona: Este enfoque se refiere al estudio de las características personales de quienes son considerados personas creativas. No nos detendremos en este punto, ya que merecería un post por sí mismo.
- Ambiente: Existen ambientes más facilitadores de la creatividad que otros. Sobre ello irá el tercer post de esta serie.
- Proceso: Es la dimensión entrenable de la creatividad. Sobre este aspecto hablaremos en el próximo post de esta serie, donde propondremos ejercicios concretos para desarrollar nuestras capacidades creativas.
Continuaremos hablando de creatividad en un próximo post que, como hemos mencionado, se centrará en el proceso creativo y cómo podemos mejorar nuestras capacidades en este sentido.