Analizamos los principales conceptos empleados en la Encuesta de Población Activa

Puntualmente, cada tres meses, un titular inunda las portadas de los medios de comunicación: los resultados de la Encuesta de Población Activa del trimestre anterior y, sobre todos los datos que de ella se extraen, la atención de casi todos los medios se centra de manera invariable en la tasa de paro. Pero, ¿qué significa ésta y otras tasas de paro?, ¿cómo se mide?, ¿qué grupos de población recoge la encuesta? Con este post pretendemos arrojar un poco de luz sobre una casi desconocida encuesta, pero que mucho tiene que ver con las perspectivas de empleo y con la marcha de la economía en general.

La Encuesta de Población Activa o EPA viene realizándose en España desde 1964 (ininterrumpidamente desde 1975), aunque con cambios a lo largo de su trayectoria. El último cambio ocurrió en 2005 y se mantiene hasta ahora, siendo comparable a otras encuestas que operan en el territorio europeo gracias a la homogeneización impulsada por la Oficina Estadística Europea Eurostat.

Los datos obtenidos en la EPA son detallados a nivel nacional, pero reducidos a nivel regional y provincial, debido a que es una encuesta y, como tal, se dirige a una muestra reducida, por lo que es imposible sacar conclusiones significativas a escalas geográficas pequeñas.

Grupos poblacionales

Existen distintas definiciones de grupos poblacionales en la EPA, que incluyen los distintos tipos de relación con la actividad económica que puede tener una persona. Así, podemos hablar de:

Población activa: Conjunto de personas de 16 o más años que, durante la semana de referencia (la semana anterior a aquélla en la que se ha realizado la encuesta trimestral), resulta clasificable dentro de las categorías de personas ocupadas o de personas paradas, que se definen a continuación. Esto es, la población activa se compone de ocupados y parados.

Población ocupada: Personas de 16 o más años que durante la semana de referencia han tenido un trabajo por cuenta ajena o han ejercido una actividad profesional o económica por cuenta propia.

Población parada: Personas de 16 o más años que reúnen, de forma simultánea, las siguientes condiciones:

  • No han tenido un empleo por cuenta ajena o propia durante la semana de referencia.
  • Buscan trabajo de forma activa.
  • Están en condiciones de comenzar a trabajar de forma prácticamente inmediata (en quince días).

Población inactiva: Personas no vinculadas al mercado laboral, ya sea de hecho (ocupados) o de intención (parados). Comprende las siguientes categorías:

  • Personas que se ocupan exclusivamente de su hogar.
  • Estudiantes, de carácter exclusivo.
  • Jubilados y prejubilados.
  • Personas que perciben una pensión distinta de la jubilación y de prejubilación.
  • Personas que realizan sin remuneración trabajos sociales, actividades benéficas, etc.
  • Personas con alguna incapacitación para trabajar.
  • Otras situaciones no englobadas en las categorías anteriores, y que no corresponden a personas ocupadas o paradas.

Principales indicadores

Los distintos porcentajes de unos grupos poblacionales sobre otros suponen los principales indicadores que se extraen de la EPA, y que sirven habitualmente de termómetro de la salud del empleo. Estos indicadores son:

  • Tasa de actividad: Cociente entre la población activa y la población total (activos + inactivos).
  • Tasa de paro: Cociente entre la población parada y la población activa.

El indicador más habitualmente resaltado en los medios de comunicación es el de la tasa de paro que, como vemos, es el porcentaje de población parada entre toda la población activa (recordemos que estar parado o parada supone que estás activamente buscando empleo y, por tanto, perteneces a la población activa parada); la tasa de empleo es el indicador complementario; esto es, el porcentaje de personas activas que sí trabajan.

Grupos poblacionales de la EPA, Segundo Trimestre de 2023. Fuente: INE. Elaboración propia.

Otro indicador fundamental de la EPA, pero menos popular, es la tasa de actividad, el porcentaje de la población activa sobre la población total, lo que supone una buena medida de la participación de la población en el mercado laboral y, por lo tanto, se encuentra directamente relacionada con el potencial incremento o reducción del Producto Interior Bruto.

Si bien la tasa de paro es importante, no es posible un análisis fiable de la marcha del mercado laboral sin atender a la tasa de actividad. Pensemos que es un problema que haya personas que buscan empleo y no lo encuentran (lo que mide la tasa de paro), pero aún es un problema mayor que las personas en edad de trabajar ni siquiera estén buscando empleo (lo que mediría la tasa de actividad).

Evolución de la tasa de paro según la EPA. Fuente: INE. Elaboración propia.
Evolución de la tasa de actividad según la EPA. Fuente: INE. Elaboración propia.
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