Actualmente la crisis sanitaria que vivimos, obliga a las familias a permanecer en casa, frenando de golpe el ritmo de vida que se ha venido llevando.
Esto nos deja tiempo para hacer todo tipo de tareas que dejamos en un segundo plano por falta de tiempo o energía en nuestro día a día.
Es momento para focalizar y potenciar en positivo la situación que se está viviendo, por lo que puede ser una oportunidad para volver a conectar con nuestros hijos y nuestras hijas, y reforzar algunas habilidades y valores en casa, como la escucha activa y la comunicación. Es momento de mantener la calma, y dejar espacio para que cada miembro de la familia exprese sus opiniones y sus sentimientos y emociones, desde una comunicación asertiva. Aprovechen para realizar debates sobre diferentes temas, comentar una película, un libro o la estrategia que ha seguido en un juego.De esa manera estaremos potenciando esas habilidades en todos los miembros de la familia, además de acercarnos más a nuestros hijos e hijas conociendo sus gustos, la manera en la que piensan y se expresan.
Para algunas familias puede ser complicado gestionar estar tanto tiempo en casa, y podemos caer en rutinas que flaco favor nos van a hacer cuando se vuelva a la normalidad. Por ello, es importante seguir las recomendaciones que los especialistas están recomendando como, por ejemplo, mantener una rutina de horarios y tareas. Es un buen momento para trabajar la autonomía de los más pequeños, y desarrollar, por qué no, la paciencia; dejarles desarrollar sus tareas, dándole incluso más responsabilidad aprovechando que ahora están acompañados/as, o dejarlos participar en nuestras responsabilidades, para que, por un lado amplíen su zona de aprendizaje y por otro desarrollen otro valor: la empatía. En este punto, se puede hacer un juego de cambio de roles, donde cada persona de la familia tendrá que ponerse en el lugar de otros y comprender, un poco más, su día a día. También podemos conversar, de la situación vivida y porque es importante ponerse en lugar de la otra persona.
Otras de las habilidades que podemos trabajar en casa es el autoconcepto y la autoestima. En el contacto diario con la población infantil y juvenil, nos hemos dado cuenta que, de manera general, la autoestima suele estar dañada. ¿Y qué podemos hacer en casa? Para empezar, tenemos que reconocer su potencial en lugar de enseñarles constantemente sus errores. Esto no quiere decir que no lo hagamos, pero siempre desde una perspectiva de oportunidad de crecer. Escuchar e interesante por lo que tienen que decir, realizando preguntas. Reconocer y validar sus emociones. Es necesario tener claro que no podemos calificar como malas o buenas las emociones.
Las emociones son necesarias y tenemos que dejar que las expresen todas, enseñándoles a regular las que son más desagradables y disfrutar de las más agradables.
Hay que evitar decirles cómo deben sentirse, e intentar comprender sus emociones en cada momento y a su vez, que comprendan qué sienten y porqué lo sienten.
Podemos preguntarles como se ven ellos y ellas, cómo creen que los ven los demás, e incluso comentar como les vemos nosotros/as.
Recuerden que esto es una oportunidad de pasar tiempo en familia, desconectados y desconectadas de las pantallas y buscando rutinas y ocio alternativo en casa.